CRISTINA
MANDA, EL MIEDO ESTÁ JUSTIFICADO
Malú Kikuchi (3/5/2020)
Estoy
preocupada, más que preocupada, asustada. Asustada por vivir en un país que no
está a la deriva, estoy, estamos en un país cuyos gobernantes saben muy bien
hacia donde quieren llevarnos y ese objetivo no es el que votó el casi 45% de
los ciudadanos. Probablemente tampoco lo votó más de la mitad de los que
votaron la fórmula ganadora. Las mayorías argentinas no quieren ser Venezuela,
ni responden al Grupo de Puebla (organismo que representa intelectualmente al
Foro de San Pablo y maneja el chileno Marco Antonio Enriquez-Ominami, quien se
encuentra a la izquierda de Karl Marx). Los argentinos no queremos eso.
Me
preocupa, me asusta que entre lo que dice y hace el gobierno existen años luz
de distancia. Con 3 ejemplos, los 3 de la semana pasada, bastan para ilustrar
el miedo.
El vice
presidente del ENACOM (Entete Nacional de Comunicaciones), Gustavo López,
en una entrevista otorgada a la Televisión Pública dijo que "los
jueces deberían cerrar los portales que generan alarma social con noticias
falsas sobre la pandemia". Ante la reacción generalizada de entes que
apoyan la libertad de prensa, el presidente del ENACOM, Claudio Ambrosini salió
a desmentir a su vice presidente. El mismo López se apresuró a decir que no
había dicho lo que sí había dicho.
El
sistema es conocido. Se larga una idea difícil de aceptar y se lo hace a
partir de una 2ª línea de conducción, si pasa sin demasiado ruido, el objetivo
se hace realidad. De no ser así, se da marcha atrás, se desmiente y...se espera
una oportunidad más propicia para "esta vez vamos por todo". En ese
todo entra la libertad de expresión.
Con el
maldito tema de la pandemia se ha hecho imperativo liberar y o enviar presos a
domiciliaria. Los lugares cerrados y muy concurridos son caldos de cultivo para
cualquier enfermedad contagiosa y el covid-19 lo es y mucho. Pero en vez de
liberar o mandar a sus casas (en prisión custodiada, ¿cómo y por quiénes?
no se sabe) a presidiarios de delitos menores o a punto de cumplir condena, sin
tener en cuenta los requisitos indispensables para tomar esta resolución, se
soltó a personas inviables. Abusadores sexuales, violadores, quizás hasta
homicidas. Un fenomenal cacerolazo que se escuchó en todo el país hizo
reaccionar al poder ejecutivo.
La
prestigiosa ministra de Justicia (compañera de estudios de Alberto F.), Marcela
Losardo, por todos los medios radiales y televisión que la solicitaron aclaró
que la división de poderes es absoluta, que el poder judicial es el responsable
del atropello, que el ejecutivo no tiene nada que ver. Dijo, "el ejecutivo
no detiene ni excarcela". Pero todos sabemos que el poder
judicial es sensible a los deseos del ejecutivo. También dijo: "nadie
puede estar de acuerdo con que los violadores y los homicidas estén en la
calle". Nadie está de acuerdo, pero hay 56 violadores sueltos en la
provincia de Buenos Aires.
El
presidente echó a Vanoli de ANSES, lo merecía. Lo reemplazó por María Fernanda
Raverta (Cámpora y fiel a CFK). ANSES maneja hoy $2.000 BILLONES, el
equivalente al 38% del presupuesto nacional. ANSES tiene una representación en
cada ciudad pequeña, mediana y grande de la Argentina. ANSES tiene un
representante de la Cámpora al frente de cada una de sus sucursales. O sea que
todas las jubilaciones, las AUH, los subsidios existentes y por existir, están
en manos de la Cámpora. Todo el dinero, toda la ayuda social, todo el poder...
en manos de Cristina.
Alberto
Fernández es el que debería tener el poder. El poder ejecutivo es unipersonal de
acuerdo al artículo 88 de la CN (y tiene todas las atribuciones del
artículo 99 con sus 20 incisos). Se sabe que Alberto F. es experto en derecho
penal, pero la Constitución debe conocerla. La pregunta es, ¿comparte la
ideología de Cristina o no se anima a enfrentarla? Cualquiera fuere la respuesta,
el miedo está justificado.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarExccelente tu nota Malú Kikuchi, pero pienso que TODOS ELLOS MIENTEN, nada de lo que sucede los agarra desprevenidos, ese cuento de que algunos "SE CORTAN SOLOS", no me lo trago, ¡van por todo!!!, y el Alberto lo sabe, a veces tolera algunas cosas, otras mira para otro lado, o se hace el distraído, es un cínico, pero las más comparte, abrazo!!
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