viernes, 27 de noviembre de 2020

MARADONA, EL GOBIERNO Y EL CAOS

 MARADONA, EL GOBIERNO Y EL CAOS

Malú Kikuchi  (28/11/2020)



Diego Maradona murió. Lo sabe el planeta entero. Hubo un tiempo en que cuando alguien en algún lugar preguntaba por la nacionalidad del turista y este respondía, “soy argentino”, se escuchaba desde Hong Kong a Nueva York, desde Cape Town hasta Tokio, ¡MARADONA!

Al “Diego” hay que separarlo en dos, el deportista y el hombre. El futbolista fue un mago de la pelota, un genio, alguien excepcional y probablemente insustituible. Al hombre lo juzgará Dios. Pero ese amor, ese entendimiento entre Diego y la pelota, serán imposibles de repetir.

Fue carismático, nunca negaba una foto, una firma. Se hizo querer y siempre estuvo cerca de la gente. En su vida personal se vio rodeado de personas que lo usaron y él se dejó usar. El resultado fue caótico.

El mundo supo de la muerte de Maradona y el mundo le dedicó títulos en los diarios, en las redes y cartas de presidentes, artistas, personajes importantes  que se apesadumbraron con la noticia.

Acá los hinchas de River y de Boca se abrazaron, todas las camisetas de todos los equipos fueron una, la de la selección nacional y con el Nº 10. Los milagros del Diego. Los estadios de futbol del país le rindieron homenaje. Villa Fiorito, su inicio, fue un lugar sagrado para los hinchas.

Todo eso estuvo bien. El pueblo quiere al  Diego y lo quiere despedir. Mientras le hacían la autopsia, afuera una batucada en su honor. Porque para los hinchas, el Diego sigue vivo. Y eso está bien. Había que velarlo en un estadio, el de Argentino Juniors o el de Boca, sus casas.

Y eso hubiera estado bien. Era un deportista, la cancha era su lugar. Además hay una pandemia, los estadios están al aire libre. Se calculaba que irían a despedirlo un millón de personas. Hay un virus que no permite que la gente se amontone. Se ordenó el distanciamiento social, DISPO.

Pero el gobierno no podía perderse la oportunidad de generar otra cortina de humo, cuestión que ese pueblo que adora al Diego no pensara en la  miseria, la falta de clases, de trabajo, de comida. Y el gobierno se metió. Ofreció la Casa Rosada para el velatorio. Ni a Perón lo velaron ahí.

A pesar del sentido común de la familia, Claudia Villafañe y Dalma y Gianina, aceptaron. Era muy difícil no aceptar tamaño ofrecimiento. Más los 3 días de duelo nacional. Pregunta: ¿Leloir, Favaloro, Borges y tantos otros, tuvieron algo de todo eso?

Si Alberto Ángel Fernández, hincha de Argentino Juniors, quería rendirle homenaje al dios del fútbol argentino, hubiese ido como ciudadano de a pie al estadio elegido para velarlo, hubiese hecho la cola, con barbijo y alcohol en gel en las manos, y hubiese dado ejemplo de republicanismo.

Pero  el gobierno que no pudo a pesar del consejo de infectólogos lidiar contra el covid-19 a lo largo de 8 meses, organizó en un medio día un velorio por donde pasaría un millón de personas en plena pandemia. ¡Increíble! Era obvio que iba a salir mal. Fue caótico, invadieron la Rosada.

La gente se amontonó, muchos olvidaron los barbijos, la hora de cierre impuesta por la familia eran las 16, la estiraron media hora, la gente no llegaba a entrar. La Nación le pidió ayuda a CABA. La Metropolitana impidió el paso hacia la 9 de julio cuestión de no saturar la avenida y no presionar sobre la Plaza de Mayo y la Rosada. Violentos atacaron, la policía reprimió. Hubo 10 detenidos. Se evitaron males mayores.

Por supuesto que el gobierno nacional le echó las culpas a la ciudad. Pero el caos dentro de La Rosada, el posible rebrote del coronavirus, la mala estrategia del movimiento de personas, fueron obra del ministerio de seguridad nacional. Pero es más fácil echarle la culpa a la ciudad.

De lo que tienen que hacerse cargo y no pueden zafar, es de explicarle al padre de Solange que no pudo verla antes de morir, o a las hijas de Martín Garay que no pudieron despedirse de su padre. Y a todos aquellos familiares de los que murieron en total soledad, sin un beso, sin un cariño.

¿Cómo van a explicar que las familias no pueden juntarse para las fiestas, no más de 10 personas, después de lo que se vivió el 26/11? Sobre todo en tiempos de pandemia, las contradicciones del gobierno deben ser aclaradas. Maradona tuvo una vida caótica, pero fue Maradona.

Este desgobierno de los Fernández es igualmente caótico en sus políticas (salvo la vice que tiene agenda propia: impunidad para ella y sus hijos) y está muy lejos de la genialidad futbolística del Diego.  El caos es parecido; los resultados en los trabajos que ejercieron y ejercen, difieren en demasía. 

viernes, 20 de noviembre de 2020

BARADEL, ¿SABE MÁS QUE...?

 

BARADEL,  ¿SABE MÁS QUE…?

Malú Kikuchi   (21/11/2020)


La Argentina, país de la excepcionalidad, decidió que la educación en todo el amplio sentido de la palabra, no era esencial y debían cerrarse escuelas, colegios y universidades. Nada presencial, todo virtual. Sin haber asegurado antes que todos los estudiantes tuvieran acceso a internet.

La mayoría de los países del planeta actuó de manera diferente frente al reto de la pandemia. Las escuelas permanecieron abiertas, algunas cerraron unos días, pocas tuvieron pocos casos de contagio de covid-19, y los chicos siguieron, con protocolos, su imprescindible rutina de aprender.

 En la Argentina toda, a partir del 20/3/2020, se entró en un sistema perverso, donde la grieta entre chicos con acceso a internet y al lujo de  medios audio visuales electrónico e inteligente de comunicación, tuvieron la posibilidad de poder estudiar, y el resto, casi la mitad del país, no.

La deserción escolar es de terror. Madres obligadas a explicar temas que quizás no conocían. Obligaron a los privilegiados a quedarse quietos delante de una pantalla, mientras un lejano y desconocido profesor explicaba algo que no les interesaba.  Sin amigos, sin recreos, sin patio.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, dice que el cierre de escuelas “puede generar en los niños daños irreversible”.  Los chicos aislados, sin contacto con sus pares se angustian, se brutalizan, sufren violencia, se los aíslan de todo aquello que deben hacer a su edad.

Además de no aprender, que es el trabajo de los niños, pierden la disciplina de los horarios, la obligación de estar limpios y prolijos, la sociabilidad con los demás, dejan de aprender lo que será la vida en el futuro. Es lo que trata de explicar la UNICEF. Les roban el futuro.

Para la Organización Mundial de la Salud, OMS,  “los menores no son grandes transmisores del virus”. Y esto está probado alrededor del planeta. Pero por alguna razón difícil de explicar, en la Argentina, han pasado más de 160 días sin clases presenciales. Lo virtual no es igual.

Por lo menos un millón de chicos ya abandonó el secundario. Y hay demasiados niñitos que no han tenido acceso ni siquiera a la virtualidad. En Argentina el 2020 es y ha sido un año perdido. Más allá de los 35.000 muertos, del largo millón de contagiados, el tema educación es brutal.

Es un lugar común  muy trillado, pero los casinos, los restaurantes, los bares y los pequeños comercios, funcionan; mientras que la educación, como la justicia y el congreso, no. Da que pensar. En el caso del congreso cuyas funciones se quieren minimizar, se entiende. En el caso de la justicia que se busca  domesticar, se entiende; CFK e hijo necesitan impunidad.

¿Pero la educación? Argentina es el país de Belgrano, que siendo Secretario del Consulado de Comercio (1794/1810), en plena colonia española, escribía sobre la educación ¡de las mujeres! Es el país de Sarmiento y de su loco sueño de la “Educación Popular”, 1848, Chile.

La Revolución sin sangre más fantástica de la historia, educar a todos los chicos de la misma manera, en las mismas materias, sin diferencias, todos con delantal blanco que taparan lo disímil de la ropa y el origen de la misma. Una educación obligatoria, laica y gratuita. Es el país de Roca que recién en su 1ª presidencia en 1884 consiguió la ley 1420 de Educación.

Pero también es el país de Roberto Baradel, secretario general del Centro de Trabajadores de Argentina (CETERA), que dijo en agosto que no habría clases hasta que se tuviera la vacuna contra el virus. ¿Baradel sabe más de educación y de salud que UNICEF y la OMS?

Todo es posible, raro, poco probable, pero posible. ¿Baradel habla por su cuenta o por orden de alguien? Buena pregunta. ¿A alguien del poder le interesa un pueblo ignorante? Si es ignorante, tendrá menos oportunidades de trabajo. Dependerá más del Estado. Voto asegurado.

El pensamiento de una política diseñada con este fin es demasiado terrible. ¿Será posible? Es probable. Todo parece probable en el desgobierno de los Fernández. ¿Será tan errado pensar que es deliberado? Decía Ezequiel Martínez Estrada en “Las 40”: “Si el caballo piensa, se acabó la equitación”.

viernes, 13 de noviembre de 2020

LOS "VIEJOS" DEBEN PEDIR PERDÓN

 LOS “VIEJOS” DEBEN PEDIR PERDÓN

Malú Kikuchi  (14/11/2020)


¿Alguna vez un político argentino probó decir la verdad? Sí. Lo terrible en estos escasísimos casos, es que la verdad no es linda. No solo no es linda, es chocante, macabra. El 10/4/2020, ya en cuarentena, Jorge Fontevecchia entrevistó al Presidente Alberto Fernández para Perfil.

La pregunta fue si había diferencias entre el derecho a la longevidad en el siglo XX y el siglo XXI. AF contestó: “[…] El mayor problema que tiene la economía es como administrarla frente a la salud. La búsqueda de la eternidad es ínsita al hombre. No quiere morir, quiere vivir eternamente”.

“La medicina cada vez le da más recursos para seguir viviendo. Tiene consecuencias económicas tremendas. Hace 30 años teníamos que mantener a una persona hasta los 70 años. Y ahora la tenemos que mantener hasta los 85. Y trabaja menos gente. Mantener una persona con vida cuesta mucha plata, por la aparatología, la medicación.” Perdón.

Esta confesión presidencial, este valorar la vida de una persona en costos económicos, es una verdad desagradable, que el Presidente podría haber omitido. Porque la solución es que los “viejos” de más de 70 años deberían tener la gentileza de morirse a tiempo y no complicar los gastos.

La idea sigue vigente, basta hablar con un jubilado de los que cobran la mínima que siempre sufren descuentos para PAMI… y cobran menos, para saber que el gobierno está cometiendo un genocidio. Si a eso se le suma el proyecto de ley para los jubilados, ¡bingo!, todo está más claro.

Si los “viejos no mueren con la pandemia, lo harán por falta de comida o de remedios que no podrán pagar. Y el Estado no mantiene a los jubilados, ANSES es de los jubilados. Es el ahorro acumulado a lo largo de una vida de trabajo, que el gobierno usa no se sabe para qué y que por regla general termina en algún paraíso fiscal a nombre de algún funcionario.

Y si hay demasiados jubilados con la mínima que no aportaron nunca ni un centavo, AF debería reclamarle a CFK, que con el marido, tuvieron la genial idea de incorporarlos en pie de igualdad con los que aportaron toda su vida. Envejecer no es fácil, pero además, ¿hay que matarlos?

¿Echarles en cara que son caros para mantenerlos sanos y vivos? Hacer el ajuste a partir de los “viejos”, no es lo que pregona el FdT. Populismo sin plata es para magos y acá no hay magia, diría la vice. Pregunta, ¿Y la coalición del FdT está de acuerdo con el trato que se le da a los “viejos”?

No se ha visto a jóvenes enardecidos y salvajes arrojando 14 toneladas de piedras contra el congreso, mientras dentro se agredía a Sergio Massa como se hizo el 13/12/2017 contra Monzó (ambos presidentes de la cámara de diputados). Y esta ley es infinitamente peor que la de entonces.

El Presidente dijo la verdad, los “viejos” son caros, hay menos personas trabajando para “mantenerlos”. Eso se debe a que los gobiernos tomaron  ANSES como banco sin límite para fondearse un buen capital, en vez de tratar de crear nuevos empleos. La solución no es matar “viejos”.

La culpa se la echarán al FMI, pero no es correcto. El FMI pide orden en las cuentas y bajar los gastos superfluos. No establece cuales son esos gastos. Eso lo decide el gobierno. Arreglar el Tango 01, viajes y privilegios innecesarios,  una vice multimillonaria con 2 jubilaciones enormes, y…

¿Si en vez de matar “viejos” establecen un plan económico para que la Argentina produzca más y gaste dentro de lo que produce? ¿Y si le explican a la gente que no se  puede producir con costos altos y gastar como si la Argentina fuese un país desarrollado? La gente entendería.

Pero no, el ajuste pasa por los jubilados. Los sueldos y gastos de los funcionarios y los políticos, los impuestos, la inflación, la inseguridad, la pobreza y el dólar; en alza. Mientras, a los “viejos” que han osado vivir más de 70 años, sólo les queda pedir perdón por haber sobrevivido y esperar la muerte con una jubilación paupérrima.

viernes, 6 de noviembre de 2020

UNA CORTE MUY CORTESANA

 

UNA CORTE MUY CORTESANA

Malú Kikuci  (7/11/2020)



La 1ª Corte Suprema de la Nación se debe a la ley Nº 27 del 18/10/1862, presidencia de Bartolomé Mitre. Sus miembros juraron el 15/1/1863. *Como presidente, Francisco de las Carreras; miembros, Bonifacio del Carril, José Barros Pazos, Francisco Delgado y el procurador Francisco Pico.

La Corte se mantuvo con 5 miembros a lo largo de muchos años, cuando la Argentina era un país serio y una esperanza para el resto del mundo. Cambió de régimen político en 1916 con la ley 8.871 (Sáenz Peña) del voto secreto y obligatorio y con padrones. Fue electo Hipólito Yrigoyen, UCR.

El país cambió, la Corte no. Los jueces morían en sus puestos, pocos renunciaban sin presiones políticas. Eran la cabeza de un poder independiente de los otros dos poderes, del Legislativo y del Ejecutivo. Recién en 1947 J.D. Perón cambió miembros de la Corte.

En 1962 Arturo Frondizi aumentó los miembros de la Corte a 7. En 1966 el gobierno de facto de J.C. Onganía volvió la Corte a 5 miembros. En 1990 el gobierno de C.S. Menem los incrementó a 9 miembros. En 2006 N.C. Kirchner cambió los miembros y redujo la Corte a su número inicial, 5.

Hoy, la Corte tiene 5 miembros, presidente Carlos Rosenkrantz, vice presidente Elena Highton de Nolasco, Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos  Maqueda y Horacio Rosatti. Los 3 últimos PJ. Un juez tiene el derecho de elegir su partido político, no de hacerlo público, quita imparcialidad.

Pero la Corte Suprema Argentina ha cambiado tanto su número de miembros, ha sido tan vapuleada, ha tenido miembros tan poco dignos de serlo, que ya no asombra el hecho de tener jueces que reconocen su pertenencia política y desgraciadamente la usan al impartir fallos.

En un momento crucial de la vida republicana, cuando el ataque de la vice presidente a través de su dominio del senado, arteramente hizo votar y lo votaron, el re traslado de 3 jueces. Los 3 curiosamente son los que tienen juicios en contra de CFK, la última esperanza era la Corte. Lástima el “era”.

Ha sido una mala costumbre de los presidentes, incluyendo de CFK en su tiempo, el hecho de trasladar jueces de un lugar a otro sin cambiar su estatus. Lo hizo M. Macri en 2017. En este caso fueron 3 jueces, Bruglia, Bertuzzi y Castelli. El tema llegó a la Corte, que el 11/4/2018, falló a favor.

A través del fallo Nº7/2018, Expediente Nº1220/2018, los jueces Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti, firmaron el acuerdo  del traslado sin necesidad de examinarse ante el senado, ya que lo habían hecho anteriormente. Rosenkrantz y Highton de Nolasco se abstuvieron.

Previamente, la acordada Nº4, igual Nº de expediente, del 15/3/2018, con el mismo tema, fue firmado por los 5 miembros a favor.  Luego de la votación del senado K en contra de los 3 jueces, la Corte aceptó el “per saltum” presentado por los 3 jueces, y volvió a fallar. Esta vez, a medias.

Firmaron Highton, Lorenzetti, Maqueda y Rosatti; Rosenkrantz se opuso. Deja a los 3 jueces en su lugar…por ahora. Cuando estén listos los concursos (del que pueden participar y no los dejarían ganar) deberán volver a sus antiguos puestos. Salvo Castelli cuyo puesto ya fue concursado.

La Corte establece que cambiar a los jueces de lugar no está bien. Legislar hacia atrás, tampoco. Fallar a favor de CFK y su impunidad (se caen los juicios en su contra) e inventar jueces itinerantes, es cuando  menos, aberrante con lo fallado hace 2 años. Poco legal y demasiado político.

¿Qué cambió entre el 2018 y el 2020? Cambió el ejecutivo. En 2018 la Corte debía quedar bien con Macri, hoy debe quedar bien con los Fernández. “Cortesana” define a una persona al servicio del rey (o de la reina) o de su familia. Esta Corte (salvo Rosenkrantz) es muy cortesana.

La Corte Suprema de Justicia debería impartir Justicia, atenerse a la Constitución Nacional, ser su intérprete y su ejecutora. Hoy tiene una mayoría abiertamente al servicio del gobierno de turno, dispuesta a avalar la impunidad, que es la contra cara de la Justicia. La Argentina es un país con poder judicial y vaciado de Justicia.

*El 1º Presidente de la Corte nombrado por Mitre fue Valentín Alsina que no aceptó (era senador y rival de Mitre). Tanto Alsina como los demás miembros no eran amigos de Mitre.  

*”De hoy en adelante la propiedad particular, la seguridad individual, los derechos todos que la constitución acuerda con los habitantes de la República, sin distinción alguna, colocados al abrigo de un poder moderador, estarán garantizados contra la exaltación de las pasiones políticas que tan fácilmente pueden conducir a los poderes públicos, induciéndoles a ultrapasar el límite de sus atribuciones respectivas”. Discurso de la inauguración de la 1ª Corte Suprema de Justicia, 15/1/1863.