Malú Kikuchi (27/5/2022)
En 1852 Karl Marx escribía en “El 18 Brumario de Luis Bonaparte ”que “la
historia ocurre dos veces: la 1ª vez como una gran tragedia y la 2ª como una miserable farsa”. Tan cerca
del 25 de mayo es bueno recordar de dónde viene la Patria, ya que por el
momento no se sabe hacia dónde va.
La Revolución de Mayo fue una revolución de terciopelo, todo se habló, no
hubo sangre. No se reconoció al virrey que no representaba a nadie (Fernando VII
estaba preso en Bayona) y la Primera Junta juró fidelidad, rodilla en tierra,
al apresado rey de España. Eran 7 criollos y 2 españoles.
Fue una revolución porteña, para validarla se incorporó a diputados de las
provincias. Así nació la Junta Grande de las Provincias Unidas del Río de la
Plata. Sucedió el 18/12/1810. Hizo poco, pendiente de España y la situación de
la guerra contra las fuerzas de ocupación napoleónicas.
Los problemas
entre los diputados hizo que estos llegaran a la conclusión que la Provincias Unidas
necesitaban otra forma de gobierno. Nació el 1º Triunvirato el 23/9/1811, dirigido
por Juan José Paso, Feliciano Chiclana y Manuel de Sarratea.
Al no cumplir con el mandato de convocar a una
Asamblea General Constituyente, estalló la revolución del 8/10/1811. Nació el
2º Triunvirato con Juan José Paso, Nicolás Rodríguez Peña y Antonio Álvarez
Jonte. Y llegó la Asamblea del año XII.
A esta le
siguió un Director Supremo, cargo unipersonal. Este recuerdo de historia de
escuela primaria, se debe a un título del diario La Nación (26/5), “Presión
interna para que el Presidente sume a Cristina y a Massa a la gestión”.
El artículo
87 de la Constitución Nacional dice que: El Poder ejecutivo de la Nación será
desempeñado por UN ciudadano con el título de “presidente de la Nación
Argentina”. ¿La interna del FdT pretende que el país vuelva al triunvirato, al 2º?
¿La Argentina
debe retroceder hasta 1811/1814? ¿Proponen
un triunvirato entre Alberto Fernández, Cristina Fernández y Sergio
Massa? ¿Se circunscribirán al 2º triunvirato que fue capaz de convocar una
Asamblea General Constituyente?
El viejo
sueño de Cristina es derogar la actual Constitución y (olvidando que fueron constituyentes en la
deforma de 1994, tanto ella como Néstor K) poder barrer al poder judicial. Y reemplazarlo
con jueces votados por la gente.
El
anuncio de la baja en el impuesto a las ganancias sobre sueldos, lo hizo Sergio
Massa en la escalinata de la Casa Rosada. Aún fuera de ella, pero ya con un pie
dentro. Y el Instituto Patria ya obstaculiza y define las decisiones del
ejecutivo.
Si este
salto hacia atrás en el tiempo, delirio de guionistas de TV y cinematográficos,
se materializa, el país está destinado…
al suicidio. Sin embargo el éxito, entendido como un país sin inflación,
próspero y respetuoso de la ley, es posible.
La feroz
invasión de Rusia a Ucrania y su chantaje al mundo sobre una crisis alimentaria
(no dejarán salir los granos de Rusia ni de Ucrania), le da a la Argentina una gran
oportunidad que debería aprovechar en vez de jugar a las internas.
En el
momento justo de sembrar trigo, el ejecutivo debería levantar todas las
retenciones a las exportaciones del campo. Así se duplicaría la producción, el
mundo tendría menos hambre y la Argentina recibiría los dólares que le hacen
falta.
Es
simple, más dólares, más trabajo, menos subsidios, vuelta a la dignidad del pan
bíblicamente conseguido con “el sudor de la frente”. Sólo se necesita coraje de
parte del Presidente, que se autoperciba como tal y enterrar para siempre
ideologías, que atrasan, no tanto como el triunvirato, pero sí 50 años.
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