EN ARGENTINA PIDEN JUSTICIA, PERO DE
ESO NO HAY
Malú Kikuchi (22/2/2020)
Según *Ulpiano “la Justicia es la
continua y perpetua voluntad de dar a cada quien lo que le corresponde. Los
preceptos del derecho son: vivir honestamente, no dañar a otros y dar a cada
uno lo suyo”. Y la definición de la *RAE sostiene que la Justicia es el
principio moral que lleva a dar a cada uno lo que le corresponde o le
pertenece. ¿Sucede esto en nuestra Argentina de hoy?
Decididamente, NO. La gente, el
ciudadano de a pie, las enormes mayorías que votaron a candidatos distintos,
llegado el caso exigen, piden, ruegan por justicia. Lo hacen en pequeños grupos
o en marchas multitudinarias, por crímenes diferentes, en las calles, por las
radios y los canales de TV.
El grito comunitario es de los que
perdieron hijos, familiares, amigos, por violaciones, por trata de personas o
simplemente por asaltos o robos. Todos gritan ¡Justicia! Y todos tienen en
común el hecho de que en Argentina sobran las demandas justas de Justicia y se encuentran
enfrentados a un poder judicial que por lo general es sordo y no es ciego.
Madres que claman al cielo por la
vida de sus hijos que ya no están porque unos mal nacidos los asesinaron. Hijos
que lloran por sus padres también asesinados. Familiares que gritan sus
desgracias: amigos perdidos, mujeres y niños violados, personas condenadas a la
esclavitud sexual, a la esclavitud de las drogas. Jubilados robados, negocios
asaltados, todos piden una Justicia que está ausente sin aviso.
No es lo mismo el poder judicial que
la Justicia. El poder judicial argentino está vaciado y viciado por falta de
Justicia. No todos los judiciales, siempre hay excepciones, pero los jueces y
fiscales militantes y alejados de los más básicos principios de la Justicia,
abundan. Son demasiados y serán más.
El ejecutivo nacional hace unos días
vetó más de la mitad de los pliegos de posibles jueces que había presentado el
gobierno anterior de Mauricio Macri. Se vetaron no por no ser idóneos, se
vetaron para complacer al kirchnerismo. Los candidatos no eran militantes K y
eso no se tolera.
Con la justa intención de modificar
las jubilaciones de los jueces, con la aceptación de la ciudadanía y mucha
astucia por parte del gobierno, los jueces corren a pedir su jubilación antes
que se congele o achique. El resultado es perfecto, la gente aplaude la medida
y el ejecutivo aliado al senado nacional, nombrará todos los jueces militantes
que necesite.
Y la impunidad (recordemos que al preguntarle
a Yabrán qué era el poder, contestó: impunidad), seguirá liberando corruptos
que han estafado a su pueblo y seguirá burlándose de los pedidos de justicia de
todos aquellos que la necesitan. Argentina será cada día más un país delictual.
San Pablo en su 2ª carta a los
Corintios II-14, decía: “El mismo Satanás se disfrazó de Ángel de luz. De manera que no es mucho el que sus agentes
se disfracen a su vez de agentes de la Justicia”. ¿Estaría profetizando sobre
Argentina casi 2000 años después? Imposible saberlo, pero pudiera ser.
Porque los romanos no conocían la
letra “J”, el latín no la tiene, es por eso que la palabra Justicia en latín es
“Iustitia”. Los romanos no conocían la “J”, nosotros, los argentinos,
desconocemos la Justicia. Nuestra república está renga, la pata que debe
equilibrarla no funciona para la gente, lo hace para los dirigentes.
*Damicio Ulpiano, jurista romano,
Tiro (Fenicia) 170/ Roma 220. “Iusticia est constans et perpetua voluntas just
suum cualque tribunquendi . Iuris praecepta sunt haec: honeste vivere,
alterum non laedere, suum cuique tribuere».
*RAE, Real Academia Española.
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