¿CRISTINA QUIERE QUE LA ARGENTINA
“DEFAULTEE”?
Malú Kikuchi (15/2/2020)
Pregunta sin respuesta de una
imaginación adicta al realismo mágico latinoamericano. Sin pruebas, sólo con
gestos y palabras sueltas, se podría armar un complicado rompecabezas que nos
incluye a todos los habitantes del país. Nos incluye y nos condiciona de mala
manera el futuro.
El presidente Alberto Fernández,
haciendo honor a su fama de moderado y conciliador, asegura que su gobierno
tiene voluntad de pago, lo que no tiene es dinero para hacerlo. Por lo cual
necesita tiempo, alargar los pagos y renegociar o reperfilar la deuda con
bonistas privados y con el FMI.
Viajó a Italia, Vaticano incluido,
Alemania y Francia para solicitar ayuda
en el tema de la deuda. Los líderes se comprometieron a dar apoyo. Se
diferenció de Cristina K y dejó claro que él no es ella. No dio clase de nada,
a nadie, fue simpático y empático y lo acompañó su ministro de economía.
Alberto hizo los deberes, hasta
consiguió que Trump (18% de acciones de EEUU en el FMI) le dijera al embajador
argentino en EEUU, Jorge Argüello, que Alberto contaba con su apoyo. Mientras, Martín
Guzmán trabaja con el FMI para solucionar el problema que es terriblemente
serio.
La vicepresidente, como siempre en La
Habana so pretexto de visitar a su hija supuestamente enferma grave, presentó
su libro “Sinceramente”. Aprovechó para calificar de mafioso a Mauricio Macri,
involucrando a toda la inmigración italiana. Y hablando de la deuda ¡en Cuba!,
dijo que el FMI era co responsable de la misma y debía quitar un 60%.
CFK y Juan Grabois, un solo corazón.
“Entre un mal acuerdo y un default prefiero lo último”. El problema es que si Argentina
defaultea una vez más (1828, 1890, 1982 y 2002, más los provinciales de 1915
y1931, más 1956, sin reestructuración y 1989, deuda interna), nadie nos va a
prestar nada.
¿Nadie? Probablemente China y Rusia
sí lo harían. Irán ya no puede gracias a la política anti petróleo iraní
impuesta por Donad Trump a nivel internacional, pero los dos primeros países si
podrían hacerlo. De hecho es lo que hicieron con Venezuela. ¿Por qué no lo
harían con Argentina?
¿Qué hace Cristina en Cuba además de
visitar a su hija por la que está tan preocupada? Tiempo le sobra, está más en
Cuba que en su país. ¿Hablará con delegados chinos? ¿Hablará con delegados
rusos? Imposible saberlo. Pero si la Argentina defaultea una vez más, China y
Rusia serán sus prestamistas de última instancia, y para eso no se necesita
adivinar.
¿Permitirá el primer mundo que no
quiere el crecimiento fenomenal de China y teme a Rusia, que la Argentina no
cumpla sus compromisos? Eso no se puede adivinar. ¿Quién ganará la pulseada
entre Alberto y Cristina? Eso tampoco se puede saber. ¿Ganará la cordura o la
locura? NS/NC.
Cordura es honrar las deudas
contraídas con el aval de la soberanía nacional sin importa qué gobierno las
contrajo y locura es romper las promesas de pago que la nación contrajo. Sin
importar qué gobierno lo haga. El estado es uno y tiene continuidad en el
tiempo.
Por eso es preocupante que mientras
el presidente y su ministro de economía intentan solucionar el serio problema
económico del país, la vice presidente en el exterior y en un acto público,
patotea al FMI y le exija un 60% de quita de la deuda. Kicillof también patoteó
a los acreedores.
Al gobernador de la provincia de
Buenos Aires no le fue bien. No es usual que el deudor le ponga ultimátums a
sus acreedores, le fue mal. Y esa deuda la contrajo Scioli, 2011, a través de un bono docente a pagar en 3
cuotas. La 1ª la pagó Macri. La 2ª la tuvo que pagar Kicillof. La plata estaba.
No es el caso de la nación que de
verdad no tiene plata para pagar las cuotas de este año. Pero enojarse y exigir
a los acreedores, no es la mejor manera de negociar. Ya se vio que el resultado
fue muy malo. Puede que la vicepresidente busque ese resultado para beneficiar
¿a quién?
Preguntas sin respuestas ciertas de
una imaginación adicta al realismo mágico latinoamericano. Y la mala costumbre
de sumar uno más uno y obtener un dos como respuesta.
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