LEY CONTRA EL ODIO ¿O LEY DEL ODIO?
Malú Kikuchi (8/9/2022)
Argentina es un país tan curioso que ha puesto de moda el odio. Habla del
odio, escribe sobre el odio, inunda las redes sociales con el odio, lo extiende
hasta el Poder Judicial, la oposición al gobierno y a los medios de
comunicación. Pretende legislarlo.
El odio es una emoción humana y hasta ahora no se han podido legislar las
emociones. Sí se pueden legislar los hechos derivados de las emociones, pero la
emoción en sí, no se puede. Aunque algunos países como Venezuela y Nicaragua lo han hecho.
Venezuela,
8/11/2017. La ley Constitucional contra el Odio, por la Convivencia Pacífica y la Tolerancia. Es una ley
aprobada por unanimidad por la Asamblea Nacional Constituyente,
conformada exclusivamente por miembros oficialistas.
El
resultado es conocido. En Venezuela y bajo la dictadura de Nicolás Maduro, el
destino de los opositores es la cárcel, el de la libertad de expresión la
inexistencia y en cuanto al poder judicial es la sumisión a la dictadura
chavista.
Nicaragua,
18/1/2021. La Asamblea Nacional aprobó una enmienda constitucional que
permitiría la cadena perpetua por delitos de odio definidos en términos
generales. Es decir los términos de la dictadura de la dupla Ortega- Murillo.
El
comandante Ortega encarceló a los
candidatos presidenciales que tenían chances en la última elección. En una
elección libre y transparente, para Ortega es un delito de odio tener la
posibilidad de ganarle en el uso del poder.
Estados
Unidos también tiene una ley Contra los delitos de odio. Esta ley amplía la 1ª
Enmienda (1791) a la Constitución del país que prohíbe al Congreso establecer
una religión oficial, debe permitir la libertad de culto y de expresión.
El
Presidente Barak Obama, 28/10/2009, ratificó la ley del Congreso de los Estados Unidos, Ley para
la Prevención de los Delitos de Odio. Incluye los crímenes por odio racial, color
de piel, nacimiento de origen, orientación sexual, identidad de género,
discapacidad real o percibida. Protege a las minorías.
La ley
Del Odio con la que sueñan los K, que de odio saben mucho, tienen varias
maestrías al respecto, es una ley que callara a la oposición y al periodismo
independiente, prohibiera a los “medios hegemónicos” y desapareciera al Poder
Judicial.
El
gobierno K, tan afecto a las mentiras que si se encuentra con una verdad no la
reconoce. Además olvida los 37 años de guerras civiles entre la declaración de
la Independencia (1816) y poder
congregar a las provincias alrededor de un contrato social para constituirse en
Nación (1853).
Ese
contrato social, la Constitución Nacional de 1853 (con todas sus reformas,
1860. 1866, 1898, 1957, 1994), siempre se mantuvo fiel a los primeros 35
artículos, que son el alma de la Constitución. Artículo 14, “Todos los
habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos, a saber, […] de
publicar sus ideas por la prensa sin censura previa […]”.
Este 4º
gobierno K, como todos los gobiernos electos democráticamente, al asumir jura
respetar y hacer respetar la Constitución Nacional. Es inmoral tener que
recordarle a los funcionarios gubernamentales hechos tan obvios.
Con total
descaro han distribuido en parte de la provincia de Buenos Aires un cuadernillo
con un personaje desagradable que dice “yo odio, tu odias, el odia, nosotros
odiamos, vosotros odiáis, el gatilla”. ¿El “nosotros” incluye a los K?
Además
son torpes. Y hacer militancia con los chicos debería ser un delito de lesa
infancia que no tendría que perimir. Lavar, manipular el cerebro de los chicos es
un crimen. Quizás algún día, cuando se recupere la cordura, será juzgado.
Todo este
circo existe a partir del fallido atentado a Cristina. Hecho que Durán Barba
calificó de “rocambolesco”. Palabra exacta. George Orwell escribió, “el
periodismo debe molestar a alguien, el resto son relaciones públicas”.
Si
Argentina es capaz de generar una ley “del odio”, le pondría una lápida a la
libertad.
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