UTOPÍAS PARA EL 2023
Malú Kikuchi (30/12/2022)
Los seres humanos a
veces solemos ser ingenuos y cuando termina un año esperamos que el que el
próximo sea mejor. El 2022 finaliza, el
calendario que es una convención humana, dice que el 31/12 a las 24hs empieza
el 2023. ¡Estrenamos un año nuevo!
La mayoría de los
estrenos son promisorios y eso nos permite tener esperanzas. Las mismas que
tuvimos los años anteriores. Que no se cumplieron. Pero algo, poco, empezó a
cambiar. La Justicia comenzó a despertar y el gobierno a desmoronarse.
¡Y ganamos el mundial!
Es decir, un maravilloso grupo de personas que trabajó, se esforzó, compitió y
a fuerza de talento demostró su superioridad. Un ejemplo de lo que debería ser
el país y está muy lejos de serlo. La meritocracia existe.
Deseamos una Argentina
que se parezca al equipo que ganó el mundial, incluyendo a todos, DT, técnicos,
personal de salud. A todos. Y gracias a todos ellos por enseñarnos que sí se
puede. Es lo que deberían enseñar los maestros, el buen resultado del
trabajo y el esfuerzo en equipo.
Deseamos y necesitamos
una educación acorde al siglo XXI. Basta de enciclopedismo. Las respuestas
están en google. Maestros que enseñen a pensar, si los chicos aprenden a pensar
sabrán preguntar y sabiendo preguntar encontrarán las respuestas.
El inolvidable Dr. Fayt
enseñaba que “ las opiniones son libres y los hechos son sagrados”. Una
educación que instruya sobre hechos, sin adoctrinamiento ni adjetivos. Que los
maestros se atengan a los hechos y que opinen sobre los hechos en privado.
Deseamos que la Justicia
sea lo que debe ser: un contrapoder de los otros poderes. Necesitamos jueces y
fiscales que militen la ley. Sobran los que están al servicio de un partido o
de un gobierno. El juicio a CFK en 1ª instancia fue un buen comienzo. Están
empezando.
Deseamos, necesitamos y
debemos ser un país federal. Lo dice la *CN en su 1º artículo. Hay que regresar
al sistema diseñado por Alberdi. Los impuestos internos los cobran las
provincias y participan a la nación y los externos los cobra la nación y
participa a las provincias.
El país debe dejar de
ser unitario, con gobernadores convertidos en mendigos pedigüeños al servicio
de un ejecutivo manipulador. Con sede en CABA. Y la Corte Suprema no es
unitaria, Rosatti y Lorenzetti son santafesinos, Maqueda cordobés y
Rosenkrantz, correntino.
Deseamos que todo lo que deseamos se haga en
libertad. Libertad de expresión, de reunión, de comercio, de producción, de
exportación. De importación. Libertad para obedecer la ley, aunque no nos
guste. Poner en marcha el círculo virtuoso que genera la libertad.
Libertad para dejar
florecer la creatividad de las personas,
que es la más grande fuente de riqueza material y cultural. Libertad con
responsabilidad, porque sin responsabilidad es libertinaje.
Que la oposición sea
oposición. Que el gobierno deje de tener
como único plan el “vamos viendo”. Con gerundios no se gobierna una nación.
Perdón por las utopías, pero un año nuevo y electoral las convierte en una
posible realidad, que en parte de nosotros depende.
¡Feliz 2023 con
Educación, Justicia y Libertad! (Y
salud)
P.D.: “La utopía está
en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se
corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, para
seguir caminando”. Eduardo Galeano (escritor uruguayo, 1940/2015).
* CN, Constitución
Nacional.
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