*¿MIEDO
A LA LIBERTAD?
Malú
Kikuchi (5/1/2024)
Javier
Milei asumió la presidencia de la Nación el 10/12/2023 y 10 días después dio a
conocer un mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU 70/23) que consta de 366
artículos. El capítulo IV ya trajo problemas.
El
DNU intenta desregular y derogar leyes (esto último debe pasar por el congreso,
el ejecutivo no puede hacerlo). El artículo IV se refiere al tema laboral. Algo
intocable a lo largo de la historia Argentina. No se toca.
En
estos últimos 40 años de democracia lo intentó Alfonsín con la ley Mucci de
flexibilización laboral. No pasó. Lo intentó De la Rúa con la ley 14.250,
llamada ley Banelco. No pasó y marcó el final de la Alianza.
Los
gobiernos no peronistas han intentado modernizar el sistema laboral argentino
que data de 1950, inútilmente. Pero los sindicalistas todopoderosos, no
permiten que se toquen sus respectivos feudos.
Un
poco de historia sobre la lucha obrera. El 1º sindicato nació en 1878, la Unión
Ti-pográfica, pedían 12 horas de trabajo en invierno y 10 en verano. Siguió la
Federación de obreros marítimos y FOA en 1901.
Luego
la Unión de ferrocarrileros en 1912 (antepasada de La Fraternidad). Y
finalmente en septiembre de 1930, tres semanas después de la caída de Yrigoyen
, de la mano de socialistas y anarquistas nació la CGT.
La
Confederación General del Trabajo empieza a tener peso propio a partir del
primer gobierno de Perón. Pasa a ser uno de los 3 pilares sobre los
que se asienta el partido justicialista. Y Perón les da dignidad.
Hay
que llegar al gobierno de facto de Juan Carlos Onganía para que la CGT y sus
secretarios generales empiecen a ser millonarios. Onganía para asegurarse “la
paz social” en las calles, les dió las obras sociales.
Y se
llega a los tiempos de crisis, donde sólo hay 6 millones de trabajadores en
blanco y ya existen 8 millones de trabajadores en negro. El empleo privado no
crece desde hace 10 años, sólo lo hace el público.
El
resultado se ve. Un sistema laboral que ahuyenta el empleo en blanco por temor
a los juicios laborales, un cliché, y toda una legislación que castiga la
producción genuina y agranda un Estado parasitario.
El
DNU trata de modernizar la legislación laboral dando libertad a los
trabajadores. La reacción de casi todos los “capos” de la CGT fue recurrir
a la justicia, al fuero laboral que manejan, y éste les otorgó una cautelar.
Se le
suma la cautelar que pidió la CTA. Los jueces José Sudera y Andrea García Vior
apoyaron a la CGT y la CTA, no así la jueza Dora González, que propuso pasar el
tema al fuero Contencioso Administrativo.
La
Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo suspendió el capítulo laboral del
mega DNU, por fallos en sus formas. (Pero la Justicia del Trabajo fue creada
por decreto 32/34 en 1944 durante un gobierno de facto). El fuero Contencioso
Administrativo aclaró que no le compete el tema. Tendrá que decidir la Corte.
El
abogado del gobierno, Rodolfo Barra, tendrá que solicitar en un pedido
extraordinario que la Corte se ocupe del tema laboral. ¿Lo hará? ¿Si lo hace,
cuánto tiempo tardará? La Corte no tiene tiempos.
¿Qué
es lo que temen los sindicalistas? Simple, que sus agremiados sean libres.
Libertad para agremiarse o no hacerlo. ¿Por qué es obligatorio agremiarse al
sindicato del trabajo al que pertenecen? No tiene sentido.
¿Por
qué el trabajador debe aportar a la obra social de su sindicato? ¿Y si quiere
aportar a otra obra social o a una prepaga? Debería tener la libertad de elegir
lo que mejor le guste y le convenga. Hoy no puede.
La
libertad de elección terminaría con un gran negocio para los sindicalistas. Hoy
son millonarios mientras muchos de sus agremiados, con trabajo en blanco no
llegan a fin de mes. Los negocios no se tocan.
¿Quiénes
votaron a los sindicalistas que se eternizan en el poder? Sus agremiados a los
que no les queda más remedio. ¿Por qué se les permitió tener tanto poder?
Tanto como para voltear un DNU.
¿Por
qué en un territorio del tamaño y la diversidad geográfica de Argentina hay un
solo” jefe, dueño, capo”, de un sindicato que abarca todo el país? Desde la
Puna hasta Tierra del fuego, uno solo.
¿Por
qué si una empresa de autos A ganó plata el año pasado mientras que a la
empresa de autos B le fue mal, tienen ambas que pagar la misma suba salarial?
Porque no hay sindicato por empresa, sería justo.
Y
todo se reduce a la libertad. Libertad para elegir si se agremian o no; si
pagan la obra social que no eligen o si pueden elegir. ¿O si puede existir
sindicato por empresa?
El
DNU de Milei no es para derogar derechos, es el intento de acabar con los
privilegios de unos pocos para beneficiar a muchos. Se trata de la LIBERTAD.
Porque lo dice el preámbulo de la Constitución
Nacional, “asegurar los beneficios de la libertad para nosotros para nuestra
posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo
argentino…”
*El
miedo a la libertad (1941), de Erich Fromm, psicólogo social y escritor.
Comparto este excelente editorial!!! l!!! Abrazo Malú Kikuchi.
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