HOY TODOS SOMOS PERIODISTAS
Malú Kikuchi (7/6/2019)
El periodismo es una actividad vieja
y una profesión relativamente nueva. La palabra define actividades que se
realizan en ciclos reiterados. Viene del
latín, “periodicus” y del prefijo griego, “ismo”, tendencia. El periodista es,
o debiera ser, el intermediario entre la información y la gente.
Hoy se celebra el día del periodista
en la Argentina. Lo hace desde 1938. Se decidió en un congreso de periodistas
en Córdoba. Fue para honrar la aparición de “La Gazeta de Buenos Aires”,
creación de Mariano Moreno el 7 de junio de 1810, para difundir en las
provincias las ideas patrias.
Era una suerte de boletín oficial.
Pero fue el primer periódico a partir de la Revolución de Mayo. Anteriormente
existió el *“Telégrafo Mercantil” 1801, del español Francisco Cabello y Mesa;
el bilingüe “La estrella del sur”, 1807, editado en Montevideo (ingles
/español) y el diario de Manuel Belgrano, “El Correo de Comercio”, que apareció
el 3 de marzo de 1810.
La libertad de expresión, consagrada
en la Constitución Nacional de 1853, artículo 14, tiene una larga historia que
empieza en 1811, con un decreto de la Junta Grande. Se podría decir que nació
con la Patria y se espera que siga vigente. Hoy más que nunca, esa libertad es
indispensable.
Pero el periodismo no nació en la
Argentina. El primer diario conocido en occidente, fue “El acta diurna”,
creación de Julio César, siglo I aC, colocado en el foro romano. En la Baja
Edad Media, se repartían hojas escritas con noticias comerciales/económicas, en
las calles de las provincias burguesas.
En Venecia se vendían las hojas
escritas al precio de una “gaceta”, que era la moneda usada por los vénetos en
el siglo XVI. De ahí el nombre de tantísimas publicaciones. Ya en los siglos
XVII, XVIII y XIX, los políticos descubrieron el inmenso poder de las “gacetas”
para llegar a la gente.
También se descubrió el potencial
comercial del periodismo. Surgieron los primeros periódicos parecidos a los
actuales. En EEUU, Joseph Pulitzer, con el “New Yok World” y Willian Randolph
Hearst con el “New York Journal”, grandes diarios, comenzaron una guerra despiadada
entre ellos.
¿Cómo nació la prensa amarilla?
Además de la primera tira cómica, *“The Yellow Kid” en 1895, que se publicaba
con dos autores distintos en ambos diarios. Fue el New York Press, diario serio
y nada sensacionalista que le puso el nombre de “prensa amarilla”, usando el
doble sentido de “amarillo” y el de “cruel y cobarde” que tiene “yellow” en
inglés.
Alrededor de 1880 aparecieron
empresas que recolectaban información que luego vendían a los diarios. Así nacen
las agencias de noticias. Con la telegrafía y la fotografía, la difusión de
noticias se facilitó enormemente. Hoy en día las noticias se conocen al
producirse el hecho.
Acá, en la Argentina, ya en 1867
apareció “La Capital” de Rosario, fundado por Ovidio Lagos y Eudoro Carrasco.
En 1869, “La Prensa” de José C. Paz y “La Nación” de Bartolomé Mitre en 1870.
Ya en el siglo XX, en 1945, aparece Clarín, fundado por Roberto Noble. Son diarios
que sobreviven.
En cuanto al periodismo, se divide en
gráfico, radial, televisivo y digital. El periodismo puede ser de
investigación, político, económico, deportivo, científico, internacional y de cualquiera
otra actividad humana. Desde las agencias llega la información, luego los periodistas
con firma, opinan.
Hoy en día, con la proliferación de
las redes sociales y el periodismo digital que permite que los lectores opinen
sobre lo que leen, todos somos periodistas. Más bien opinólogos sin filtro, sin
responsabilidad editorial. Muchas veces es muy molesto, no omite insultos ni
palabras chocantes.
A pesar de todo, la libertad de
expresión, que por largos periodos ha sido cercenada en la Argentina, se impone.
Aunque llegue a ser realmente desagradable, la posibilidad del lector de opinar
como mejor le parezca, prevalece. Y eso es bueno. Sin libertad de expresión, no
hay República.
¡Feliz día del periodista! A los que
trabajan de periodistas y a todos los que opinan al respecto.
*”Yellow”, amarillo en inglés.
También quiere decir, cruel, cobarde.
*”Telégrafo
mercantil, rural, político, económico e historiográfico del Río de la Plata”,
que ese era su nombre completo.
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