DUHALDE, ¿ESTABA TAN EQUIVOCADO?
Malú Kikuchi /12/9/2020)
El 24/8, en América TV, en el programa “Animales
sueltos”, el ex presidente Eduardo Duhalde dijo que “si no cambian estas
políticas que no sirven para nada y buscan políticas de consenso como servicio
público”. “La Argentina se dirige hacia un escenario peor que el del 2001”. “La
gente se va a rebelar” Y amenazó con la posibilidad de “un golpe militar”.
Ante el escándalo que produjo, todos los
sectores reafirmaron su decisión democrática y él se disculpó. Habló de sus
temores, de un brote psicológico, de… Pero, más allá de las explicaciones,
Duhalde es un político serio, avezado y es difícil creer que no supiera nada,
que hablara porque sí.
Ante un gobierno decididamente sordo y
una oposición en iguales condiciones, es imposible que no hayan visto lo que
estaba al alcance de cualquiera que siguiera las redes sociales. El malestar de
la bonaerense explotaba por internet. ¿Para qué pagan trolls si no se enteran
de nada?
Si al anunciar un plan de seguridad
multimillonario, sólo para la provincia de Buenos Aires (que con Kicillof tiene
coronita), se olvidan de los muy retrasados salarios de los policías, la
reacción era inevitable. Si el jefe del arma, Daniel García, les pregunta (la
1ª noche en Almirante Brown) qué problema tenían, era obvio que él formaba
parte del problema.
Un jefe del arma que desconoce el justo
descontento de sus hombres, un ministro de seguridad, Sergio Berni, que se luce
haciendo trucos cinematográficos y raids televisivos y radiales, que se expresa
bien, pero que no gestiona, ¿para qué sirven? Sirven para que se amotine la
fuerza.
Dicen, que CFK exigió que Berni fuera el
ministro de seguridad de la provincia recordando que el motín de la policía en
Cochabamba, que se extendió por toda Bolivia (noviembre 2019), fue el comienzo
de la caída de Evo Morales. Ha de ser cierto, entre Berni y Frederic hay un
abismo.
Un motín policial, de 90.000 hombre
armados (la fuerza más poderosa del país) es preocupante. Los reclamos eran
justos, el hecho de rodear Olivos fue abominable. La gobernabilidad bajo ningún
concepto se debe poner en juego. Este gobierno, por malo que sea y lo es, debe
durar hasta el 10/12/2023.
El gobernador Kicillof nunca apareció.
El problema se lo tuvo que resolver de muy mala manera, el Presidente. Kicillof
es tan inoperante como su ministro de seguridad y su jefe de policía. El Presidente
adoptó el sistema de confrontación de CFK. La gente lo votó porque era dialoguista.
No se es dialoguista si le hace mandar
un mensaje de texto personal al jefe de gobierno de CABA, 1 minuto antes de
iniciar el acto donde se le da el mazazo de quitarle 1 punto de la
coparticipación, sin haberlo hablado antes. Resultado: la ciudad más pobre y
Rodríguez Larreta candidato 2023.
Hay jugadas destinadas a molestar al
enemigo (ya no hay adversarios para el Presidente, sólo enemigos, como para
CFK), que funcionan como bumerang. Es lo que sucedió con esta disposición
arbitraria, discrecional, unipersonal de Alberto Fernández. Nada más unitario
que decidir solo.
En cuanto a la bonaerense, cuando le
suban los salarios a la Federal, algo que todavía no ocurrió, otra vez quedará
retrasada. ¿Volverán a amotinarse? O cualquier otra fuerza o gremio que se
encuentre desposeído, ¿llegará armado a reclamar a las puertas de Olivos?
Se ha sentado un muy mal precedente. El
Presidente no debe aceptar chantajes. La preocupación de Duhalde, que puede
haberse debido a un sueño premonitorio, a un agobio psicológico, a información, o simplemente a una lectura de
la realidad, no estaba tan equivocada.
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