PARECE QUE SERGIO MASSA NO CONOCE LA
CONSTITUCIÓN NACIONAL
Malú Kikuchi (23/12/2021)
En el mes de septiembre 2021 el ministro
de economía Martín Guzmán llevó al congreso el proyecto de presupuesto 2022. Este
fue guardado en algún cajón y al parecer, olvidado. Las negociaciones con el
FMI (¿?) hicieron imperioso el tratamiento del presupuesto.
Este presupuesto del gobierno, un
dibujo de chico de jardín de infantes, entre otros disparates se comprometía a
bajar 15% la inflación en un año. Eso ameritaría varios premios Nobel de
economía. El resto, repetía imposibles y discrecionalidad en el gasto para el
ejecutivo.
Tanta “sarasa” hizo que los diputados
no acordaran. Durante 21 horas discutieron, se reunieron, propusieron, negaron,
aceptaron, pidieron instrucciones y finalmente llegaron a un entendimiento, el
martes 21 Guzmán enviaría a comisión un proyecto creíble.
Hasta acordaron qué jefes de bloque
hablarían antes de proponer la única
solución viable para no dejar al país sin presupuesto. Y volvieron al recinto.
Todos presentes, nadie desertó.
Entonces el diputado Máximo Kirchner,
jefe del bloque del FdT, pidió la palabra para insultar a los diputados de JxC
que ocuparon en el gobierno anterior puestos claves. Y para rematar repitió 8 veces “aprendan a escuchar”. La oposición en pleno votó en contra. 132
votos negativos, 121 afirmativos y 1 abstención. La conformación del congreso
cambió.
Para la actuación de Máximo hay 2
posibilidades, una el exabrupto del jefe del bloque del FdT fue el impulso de
un chico malcriado (¡un chico de 45 años!) que cree que la derrota es más digna
que una negociación.
Grave error, quizás el tiempo se lo
enseñe. La 2ª posibilidad sería si mamá Cristina o Alberto en nombre de
Cristina le hubiese ordenado hacer lo que hizo. En ese caso se trataría de una
obediencia debida.
Se espera que Guzman dibuje menos,
sea honesto con el presupuesto y que este se trate en extraordinarias o en
marzo a más tardar. Pero lo más grave que deja esta votación histórica, es lo
que dicen de Massa.
El presidente de la cámara de
diputados, con grandes ojeras, como todos los demás, escuchó con cara de
incredulidad el desatinado discurso de Máximo. Hasta ahí, se entiende. Los que
están enterados de lo que pasa y no se ve, dicen que luego de la votación y de
dormir, Massa trabajó.
Dicen que llamó por teléfono a
gobernadores del FdT para reprocharles que “sus” diputados (¿?) hubieran
permitido la derrota. Dicen que amenazó, prometió mayor coparticipación, gritó,
suplicó. Todo mal.
¿Quién es Sergio Massa para arrogarse
tamaño disparate? Los gobernadores no tienen diputados, tiene senadores. Los
diputados según la Constitución Nacional representan a los ciudadanos y los
senadores a las provincias.
Un presidente de la cámara de
diputados no puede permitirse prometer, otorgar o negar coparticipación, eso no
le corresponde. Es obvio que Massa no leyó o lo hizo muy por encima la CN por
la que debe regirse.
Pobre Argentina, tiene un presidente
a las órdenes de su vice, una vicepresidente que sólo se interesa por zafar
ella y sus hijos de las causas penales que la acusan y acosan. Tiene un
ministro de economía que dibuja presupuestos, sarasea y no puede acordar con el
FMI; un jefe de bloque del partido gubernamental que se compromete a hacer algo
y dinamita lo que prometió, un presidente de la cámara de diputados que
desconoce la CN, sus derechos y obligaciones.
Hay que sumarle la ingenuidad de la
2ª minoría, que no es capaz de contar los diputados con los que cuenta para
defender el proyecto que presenta. ¿Les alcanzarán los 2 años que tiene por
delante para aprender a contar y exigir la presencia de sus diputados? Mientras,
Argentina, sufre.
A pesar de todo, queda la esperanza.
El congreso de hoy está equilibrado, ya no es más una escribanía. Se le pagó al
FMI US$ 1.892 millones. Y existen políticos como Esteban Bullrich.
¡Buena Noche Buena y feliz Navidad!
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